La pintura de la india tiene una marcada diferenciación y personalidad que la distinguen del resto del arte pictórico no solo de ese país, sino de todo el mundo, su paleta de colores propios responde al uso de pigmentos naturales; además de integrar en una misma escena elementos tradicionales o religiosos como los que se encuentran en el hinduismo y que han sido de gran influencia desde hace siglos .El arte de la india antiguo se conoce como arte hindú porque sus pinturas representan a las divinidades del hinduismo.
La pintura hinduista es genuinamente nativa, aunque tuvo mucha influencia persa, pero es básicamente pintura india por su colorido, por conservar sus elementos tradicionales, por sus detalles y su riqueza gráfica. También se destaca que en cada color y escena se pueden ejemplificar escenas cotidianas de la vida o rituales que se enmarcan dentro del acontecer religioso del hinduismo o también reflejar parte de la vida en el campo o la ciudad.
La pintura hinduista se caracteriza por su excesivo colorido, por los trazos detallados, por la representación de escenas tradicionales, por la exaltación de dioses, por la promoción de su cultura y, a la vez, por apelar a elementos del arte británico o español.
La fusión estética que desarrollaron los artistas nativos al tratar de satisfacer las exigencias de los nuevos emperadores quienes solicitaban ilustraciones de los libros sagrados, manuscritos o pintura en acuarela.
La pintura hinduista presenta un marcado carácter narrativo, es decir, sirve para contar historias. También se busca la sensualidad de los cuerpos y, en ocasiones, se narran escenas de contenido erótico, en muchas oportunidades se plasman escenas de deidades, veneración, adoración y ritos propios del hinduismo, muchas de estas pinturas son parte de una rica herencia cultural que aun hoy en día es usada, valorada, respetada y que sirve como medio de expresión artística y cultural.
En la pintura hinduista existe un complejo lenguaje de gestos y símbolos que indica al artista cómo debe trabajar; este lenguaje regula la expresión de las figuras, su tamaño, proporciones y hasta la técnica. Los ejemplos más importantes los encontramos en los frescos del templo hinduista de Tanjore, en India.
En La pintura India sobre todo en el periodo del Hinduismo con frecuencia las Deidades son representadas con múltiples brazos, especialmente cuando están ocupados en el combate usando su forma cósmica para la destrucción de poderosas fuerzas del mal. La multiplicidad de brazos destaca el inmenso poder de la Deidad y su capacidad para realizar varias hazañas al mismo tiempo. El artista indio se inclina a representaciones de este tipo ya que constituyen un simple y además eficaz medio de expresar la omnipresencia y omnipotencia de una deidad. Demonios con frecuencia son simbolizados con cabezas múltiples para indicar su poder sobrehumano.
La tradición de iluminar manuscritos empezó a florecer en la India en el siglo XI, en los monasterios budistas, allí se pintaban escenas que embellecían las copias de los textos sagrados y facilitaban la meditación. Fieles del Hinduismo encargaban estos textos religiosos, que luego donaban a los templos para acrecentar sus méritos espirituales. Las obras más antiguas de este género estaban pintadas en hojas de palma, y en un formato horizontal que se conservaría aun después de introducirse el papel en la India.
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